Dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Minuto 18 de partido, con el resultado en contra para el equipo maño (1-0), pase al hueco para que Jorge López encare la portería, De Gea, que debutaba hoy, lo derriba claramente. Penalti claro, pero ¿quién lo chuta?.
Si a algunos zaragocistas le hubiesen preguntado en ese momento quien lo tendría que chutar, un 90% hubiesen dicho Jorge López. Me atrevo a decir que nadie o casi nadie hubiese confiado en Babic. Yo personalmente, me temía lo peor al verle colocar el balón, mientras que Marcelino no lo tendría claro cuando no lo quería ni ver. Chuta y lo detiene De Gea.
El Atlético salió al partido enchufado, buscando un gol que calmase los ánimos del Calderon y el partido tomase otras perspectiva. Jurado tuvo la fortuna, a los 2 minutos, de encontrarse un balón muerto en el área, y mandarla al palo largo, donde el portero se estira pero nunca llega..
El Zaragoza mantenía el bloque que había apisonado al Getafe, sin un delantero nato arriba, y con un medio campo plagado por 5 jugadores, quería ahogar al Atlético.
Pero tras el gol, el partido había cambiado.
Poco a poco el equipo maño se hacía dueño del balón y el Atlético salía comandado por un enorme Jurado, que rápidamente surtía el balón en los pies de Forlán y al “Kun”
Forlán se merece un punto y aparte. Es uno de esos pocos jugadores que cuando tiene el balón hace que tus pulsaciones aumenten.
Tanto con la derecha como con la izquierda envía disparos envenenados. El principal peligro del Atlético salía de sus botas.
El Zaragoza, seguía moviendo el balón con criterio, gracias a un Abel Aguilar más que destacado, robando y pasando, todo lo hacía bien.
Ponzio más atrás, junto a Gaby se encargaban de maniatar el centro del campo y surtir balones a los de arriba.
Arizmendi corría y luchaba cada balón, como si fuese el último. Son esos facetas que quedan ocultas, y más en un delantero, que se le pide goles y eficacia.
Pocos minutos después, el destino le tenía guardado a Babic una lesión que hizo que Lafita, al final de la primera parte “re”debutara con el Zaragoza. Muchos aficionados con la lesión de Babic y la salida de Lafita, respiraron (respiramos).
Poco a poco el partido iba llegando al fin de la primera parte, a destacar un gol anulado a Abel Aguilar por falta tras un córner y algún susto por parte de Simao y Forlán.
La segunda parte se presento como la primera, con un Zaragoza que quería ir a por el partido pero se veía incapaz de acabar las jugadas, el peligro sólo llegaba a balón parado. Y así llego el segundo del Atlético, con la defensa del Zaragoza dejando moverse a su antojo al “Kun”, que se colaba para dentro hasta que Ponzio y Ayala se metieron en medio y cometieron falta.
Y Antonio Lopez no perdonó. Le pegó fuerte al palo del portero. Carrizo, otra vez se estiró pero no llegó. Pudo hacer más.
Casi se pudo oír el suspiro de la grada del Calderón que veían que esta vez no se les escapaba el triunfo...Pero otro penalti pitado al Zaragoza, esta vez algo dudoso sobre Arizmendi, hizo que ahora si, Ewerthon (que había entrado por Gabi), pusiese emoción a la fase final del partido.
Marcelino algo tarde decidió meter a Pennant, al inglés se le vio poco y a Lafita se le seguía viendo falto de ritmo con sus compañeros.
Cuando apenas quedaban 10 minutos, Ewerthon se revuelve fuera del área y Perea le hace falta. Muy similar a la de Antonio López, pero esta vez, De Gea si que llegó para convertirse en el héroe de la noche.
En los pocos minutos restantes, Reyes cambió los pitos iniciales por aplausos tras una jugada genial que acabó desperdiciando Maxi, enviándola fuera.
Los últimos minutos del partido también sirvieron para ver un paradon de Carrizo a mano cambiada, cuando parecía que el disparo de Cléber se colaba.
Y todo acabó con un Abel Resino respirando y pensando que había resuelto el primer match-ball, mientras que Marcelino se volvería a Zaragoza pensando que no te puedes ir de vacío si te pitan dos penaltis fuera de tu feudo.
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